El enojo o enfado es una emoción humana totalmente normal y, por lo general, saludable. Todos sabemos lo que es el enfado y todos lo hemos sentido.
Todo el mundo se enfada y el enfado, como todas las emociones, es eficaz para sobrevivir.

DIFERENCIA ENTRE ENFADO SALUDABLE Y ENFADO PATOLÓGICO.

Pero hay que diferenciar el enfado adaptativo y saludable del excesivo y pernicioso. ¿Quién no conoce a alguna persona que “está siempre enfadada”? El estado de “enfado patológico” no es un problema reconocido de manera oficial en los manuales diagnósticos. Los límites razonables entre el enfado adaptativo y el pernicioso son realmente difíciles de establecer y este inconveniente es lo que facilita que los sufridores no sepan su problema, o aún peor, que su entorno social tampoco lo sepa y justifiquen o acepten su comportamiento con expresiones como “tiene mucho
carácter”, “tiene un pronto muy malo”..etc

Podemos considerar tres variables que, según el grado en que se den, pueden diferenciar el enfado normal del patológico. Esas variables son:

1. Frecuencia: La gama de situaciones que le provocan enfado es muy amplia. Serían personas de enfado fácil, aparentemente en un estado constante de irritación que sus conocidos definirían como “gruñones, cascarrabias o de mal genio”.

2. Intensidad: estas personas se caracterizan por enfados muy severos e intensos y a veces “sacan” su enfado con conductas más agresivas. Pues desde insultos, pasando por violencia contra objetos, hasta la agresión física. Las personas que los conocen les definirían como “pierde los papeles”, “tienen un pronto muy malo” “suele montar pollos”…

3. Duración: Personas cuyo estado de enfado tras la ofensa, dura mucho, entre días y semanas. Parecen estar en un estado constante de rencor. Las personas que comparten la vida con ello los definen como rencorosos, amargados e incapaces de perdonar.

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EVALUACIÓN DEL ENFADO PATOLÓGICO.

Definir los procesos psicológicos que conforman el enfado patológico: (que son los pensamientos, las sensaciones y los comportamientos).

1.- Pensamientos:

a) Creencia de que el mundo debe ser de una determinada forma y ver de una forma rígida e inflexible el comportamiento de uno mismo y la de los demás. (Otro día hablaré más extensamente de ello).

b) Exagerada percepción de la justicia. El enfado se activa cuando perciben una injusticia: La conducta de un jefe, un examen mal corregido, la promoción de un compañero que no se o merece..etc. Es como utilizan muy rápidamente la palabra “injusticia”. Y al vivir una situación como tal, se enfadan.

c) Evaluar de manera generalizada a una persona o a una situación sólo por un hecho (y este siempre negativo). Por ejemplo, porque un día se cae ya le dice que es “Es torpe” “siempre llega tarde” “Nunca hace bien su trabajo” “es un irresponsable”

2.- Sensaciones

Aceleración de la tasa cardíaca (palpitaciones en el pecho) y aumento de la tensión muscular. Aumento de la tasa respiratoria (se puede llegar a hiperventilar) y aumento de la temperatura corporal. Molestias gastrointestinales (naúseas, vómitos, gases, )

Todos estos cambios biológicos son totalmente involuntarios y se han encontrado conexiones claras entre personas con tendencia al enfado excesivo y problemas físicos específicos: Colesterol, problemas coronarios, infartos y dolor crónico por ejemplo.

3.- Comportamientos

La gama de conductas es muy amplia.

En un primer nivel hay cambios sutiles en el comportamiento que, de no conocer a la persona, podrían pasar desapercibidos tales como:

a) Hablar menos (empleo de monosílabos, prolongar los silencios)
b) Dejar de sonreir, no mirar a los ojos,. Por ejemplo…

En segundo lugar se pueden dar conductas verbales agresivas indirectas como comentarios irónicos, bromas de mal gusto, estar discutidor… Luego también las hay directas (las conductas verbales agresivas), como: insultos, humillación, ridiculización y amenazas…
En tercer lugar conductas físicas agresivas indirectas como dar portazos, estrellar objetos, gritar.. Luego también las hay directas (las conductas físicas agresivas…); como empujones, acercarse en exceso al otro, sujetar del brazo….

LAS SITUACIONES DISPARADORAS DE ENFADO

Las situaciones disparadoras del enfado se pueden resumir en dos grandes grupos:

1) Situaciones donde se tienen expectativas de conseguir determinadas metas pero éstas son interrumpidas. Como puede ser no conseguir un ascenso prometido o merecido, que un plan organizado se frustre o no recibir una ayuda esperada.

2) Situaciones en las que se han violado reglas éticas de comportamiento. Como puede ser: tratado rudamente, que te mientan, que te insulten, humillen, ridiculicen… Ante estas situaciones potencialmente perturbadoras para todo el mundo la categoría de enfado patológico incluiría a aquellas personas que ante estas situaciones reaccionarían con un enfado desproporcionado; muy intenso o muy duradero.

TRATAMIENTO

Lo primero es determinar cuáles son las respuestas de enfado, en qué escenarios se producen y qué consecuencias mantienen toda esta sofisticada concatenación de eventos.

A veces hay dificultades para ejercer el control sobre el enfado porque es una reacción muy rápida y automatizada y por tanto no se notan las sensaciones de enfado hasta que es demasiado tarde. En esos casos se utilizan unas técnicas para aumentar la percepción del enfado, es decir para aumentar la sensibilidad del paciente ante las señales de enfado y así, de esa forma, poder controlar a la aparición de las primeras señales.

Terapia cognitiva con cambio de cogniciones, es decir, de pensamientos de enfado y sirve para introducir la idea de que aunque la vida proporciona muchos acontecimientos frustrantes, decepcionantes, tristes, irritantes, muchas personas convierten las situaciones malas en situaciones peores y se enfadan mucho por lo que piensan sobre los acontecimientos. Hay que ayudar al paciente a identificar esos procesos cognitivos de modo que la realidad percibida no sea aversiva de forma innecesaria.

Es muy importante entrenar también en Habilidades de afrontamiento a las situaciones que producen enfado,, habilidades para el manejo de la frustración, entrenamiento en HH sociales, relajación y exposición son otras técnicas que se aplican en el tratamiento del enfado patológico.
Ya Aristóteles fue preciso diferenciando el enfado saludable del patológico:
“Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta sencillo”.