Parece imposible no hablar de ello, no pensar en ello. El Coronavirus, la enfermedad, la incertidumbre, el estado de alarma a nivel Nacional… ¿Creéis que es normal tener miedo?
Para mi es más que lógico y válido sentir miedo. Al final y al cabo es una situación nueva, pocas veces viviremos en nuestra vida (y espero que así sea), que España declare estado de alarma. Ante situaciones así, situaciones de crisis, el miedo nos acompaña cada segundo del día. Sentir este miedo no es del todo malo, ¿eh?. Porque como siempre digo el miedo puede ser adaptativo y nos ayuda a reaccionar, a responder e incluso a ser más responsables con nosotros mismos y en este caso con la sociedad. Lo malo es si el miedo que nos acompaña se convierte en desadaptativo, es decir, el miedo nos bloquea y la consecuencia es que nos anula la capacidad de reaccionar o de buscar alternativas que nos ayuden a estar mejor.
¿Este miedo negativo, desadaptativo, puede generarnos ansiedad?
Muchísima ansiedad. Y ésta se puede manifestar de muchas maneras: sensación de ahogo, dificultad para respirar, dificultad para conciliar el sueño, conductas obsesivas, etc. Si relacionamos las conductas obsesivas con el coronavirus, que es el tema que nos compete, estas conductas pueden ser: buscar de forma descontrolada información sobre el Coronavirus, hablar constantemente de ello con los familiares y amigos, no querer ver películas o series para así estar constantemente informados… En fin, conductas obsesivas que sólo nos van a generar mayor angustia y mayor sensación de incertidumbre.
¿Creéis que estar excesivamente informados, lo que se conoce como “Infoxicados”, sobre el coronavirus y todo lo que conlleva puede ser perjudicial para nosotros?
Aunque suene paradójico sí, puede ser prejudicial. Digo paradójico porque sé que con la información estamos aprendiendo a saber cómo actuar, cómo tenemos que hacer para prevenir contagios, qué limitaciones tenemos en nuestro día a día… Pero estar excesivamente informados y pasar todo el tiempo viendo y escuchando noticias sobre el tema no es sano, es perjudicial para nuestra salud emocional.
¿Qué podemos hacer para saber manejar este aluvión constante de información?
Es importante seleccionar los medios que más nos guste y dedicar un tiempo determinado y concreto a lo largo del día para informarnos. Pactar este tiempo con uno mismo, por ejemplo: “voy a escuchar novedades a las 10:00 de la mañana, a las 15:00 de la tarde y a las 20:00 de la noche”. No es aconsejable poner todos los canales de televisión, radio, redes sociales… Si hacemos esto nos vamos a encontrar más saturados y mucho más agobiados. Es bueno estar informados, es necesario, pero estar excesivamente informados y no hablar de otras cosas es muy perjudicial para nuestra salud emocional. Y parece que ahora solo importa la salud física, pero no os equivoquéis, la salud emocional es esencial y en días así es clave.
¿Es bueno hablar de nuestras emociones y de cómo estamos viviendo esto?
Negar nuestras emociones no es bueno y sabemos que es maravilloso expresar y compartir cómo nos sentimos y cómo estamos viviendo cada uno de nosotros esta nueva situación, pero hablar sólo y exclusivamente de nuestra angustia y ansiedad no es recomendable. Lo único que conseguiremos así es encontrarnos peor. Es importante que elijamos bien con quien hablar: que sea una persona que nos escuche, que relativice y que calme nuestra angustia. Hablar con alguien que “está en bucle” sólo nos va a generar más angustia y más preocupación.
Se dice que ahora hay una psicosis con todo lo que está pasando y que creemos tener más síntomas de los que realmente tenemos y además creemos que podemos “contaminarnos” de una manera tan sencilla como parpadear. ¿Es normal sentirnos así?
Siempre que tenemos una situación nueva que genera incertidumbre y que además es una situación nueva para toda España y para todo el mundo, es normal que un poco de psicosis nos acompañe en nuestro día a día. Ahora vemos peligro por todos lados, incluso sentimos peligrosos a nuestros seres queridos, pero es normal. Esta situación acaba de empezar y tenemos que adaptarnos y aprender de todo ello. Cada día es un aprendizaje nuevo y, aunque os parezca extraño, sabremos convivir con ello y aceptaremos el coronavirus como parte de nuestro día a día durante un tiempo. Luego, por supuesto, lo venceremos entre todos.
¿Qué podemos hacer con el aburrimiento que nos va a acompañar estos días de reclutamiento?
Tenemos que aprender a tolerarlo, es decir, aprender a aburrirnos. Vivimos en una sociedad de inmediatez, de muchos estímulos y poco tiempo. Pues os propongo, entre otras cosas que ahora os comentaré, que os deis tiempo para aburriros, para estar con vosotros mismos, para escucharos… De aquí también pueden salir cosas fabulosas.
Ahora, como consejos también para este tiempo, os propongo que hagáis una lista de actividades gratificantes, contactar con gente-con amigos con los que hace tiempo no habláis y que por el día a día que llevamos nunca encontramos momento para ello, también hacer las típicas cosas de la casa que conllevan más tiempo de lo normal… Es bueno tener rutinas, quitarnos el pijama, ducharnos y estar activos. Y para quienes tengan hijo aconsejo disfrutar, disfrutar del tiempo con ellos, el tiempo que muchas veces el estrés y el ritmo de la vida no nos permite tener: dibujar, estudiar, cantar, ver películas… En definitiva, disfrutar de ellos.
Algo muy importante… ¿Qué podemos hacer con esta situación extraña que tanta incertidumbre nos genera?
En cuanto a la salud física os propongo, y creo que todos lo estamos haciendo: aislarnos en casa el mayor tiempo posible, no abusar de nuestra sanidad para así dejar espacio a los casos más graves, lavarnos las manos, mantener distancia, etc.. Creo que aquí estamos todos informados, ahora está en nuestra mano llevarlo a la práctica.
En cuanto a la salud psicológica: sobretodo es necesario, desde mi punto de vista, ajustarnos a la realidad, a la realidad que conocemos: y es que lo que estamos haciendo son medidas de prevención para que nuestra salud no corra más peligro. Sin olvidar que la probabilidad de cura ante este virus es muy alta. Es normal que nos de miedo porque es algo que no conocemos y por ello tenemos que tomar todas las medidas y precauciones, pero lo que quiero decir es que nos ajustemos a la realidad existente sin anticipar lo que no ha llegado todavía y que no tiene porqué llegar.
Y en cuanto a tener que quedarnos en casa… Por favor, no exageremos, entiendo que es algo nuevo, aburrido, incómodo y extraño, pero no es algo horrible y no es ninguna una catástrofe. Relativicemos y recordemos que a nuestros abuelos les mandaban a la guerra sabiendo que era muy probable morir, casi seguro, y que por esta razón no volverían a ver a sus seres queridos, a nosotros sólo nos mandan aislarnos en nuestra casa y separarnos durante unos días de nuestros seres queridos. Es molesto, sí, pero es maravilloso saber que pasado este tiempo de adaptación volveremos a verles y valoraremos aún más lo importante que es el contacto humano y los abrazos.
Nuestros seres queridos son lo más importante y siento de todo corazón todos los fallecimientos que están existiendo, esto sí es algo horrible. Los fallecimientos sí son una tragedia, quedarnos en casa solo es molesto y desagradable. No lo olvidemos.
Autora: Carlota de Sousa González.
Psicóloga General Sanitario. M-23100
PsicoSegovia