Repercusiones emocionales que tiene el hecho de subir fotos a las redes sociales y la inseguridad que se esconde, en ocasiones, detrás de todo esto.

¿Subir fotos a las redes sociales es un síntoma de inseguridad?

Subir fotos a las redes sociales es un síntoma de inseguridad, pero obviamente depende de muchos factores que debemos de evaluar antes de categorizar, pero bien es cierto que los expertos han comprobado que compartir contenido en plataformas tan populares como Facebook o Twiter es síntoma de poca autoestima y puede derivar en “ciberbullying”, que ya hablaré de ello en otro momento.

Y es que las redes sociales pueden servir para fomentar las máscaras de falsa autoestima que cubren la falta de aprecio hacia uno mismo y favorecen la necesidad de aprobación por parte de los demás.

Un psicólogo conocido de la Universidad de Michigan de los Estados Unidos a través de un estudio llegó a la conclusión de que detrás de cada foto subida por los adolescentes se esconde inseguridad y una búsqueda de aprobación de sus amigos. Además, si al publicar un contenido no obtienen ningún “me gusta” ni cumplidos, se sienten frustrados y avergonzados,

Entonces es comprensible que acabemos creando una vida virtual muy diferente a la real….

Y es que creamos vidas perfectas. En raras ocasiones haremos públicas imágenes en las que salgamos mal o no estemos favorecidos. Como dije el lunes pasado, no subimos fotos discutiendo con la pareja, con los amigos, llorando… Por lo cual, como acabo de comentar, creamos vidas perfectas, vidas en las que no pasa nada malo. En definitiva, vidas virtuales que a veces se alejan mucho de la vida real.

Y bueno, es importante comentar también que no sólo hacemos una vida virtual, sino que a veces también hacemos una cara y un cuerpo irreal. Con tantos retoques y perfección se acaba perdiendo a la persona inicial, convirtiéndola en un producto que no existe. Esto lo conocemos todos. Y se usa mucho tanto para el cuerpo como para la cara en esas fotos tan populares que son los selfies.

Vamos a hacer hincapié en este mundo tan complejo de los Selfies.

Esta palabra la usamos para referirnos a los autoretratos realizados con un dispositivo con cámara. Y seamos realista, ¿quién no se ha hecho en su vida un selfie o no ha participado en uno?

Tomarse una foto de uno mismo ocasionalmente puede ser algo divertido si no nos lo tomamos en serio. Sin embargo, cuando vemos a personas que se toman fotos cada cinco minutos, en todas las poses y circunstancias posibles para subirlas a las redes sociales y cambiar así su perfil continuamente, nos genera una pequeña alarma de aviso… Que puede ir del narcisismo a la falta de autoestima.

 

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¿Cómo mantener una buena autoestima en las redes sociales?

Principalmente tenemos que tener claro que las redes sociales no son algo esencial y necesario en nuestras vidas. En un medio de comunicación e interacción con nuestros amigos, familia, compañeros, conocidos… pero podemos vivir sin ellas, porque tenemos una vida fuera.  Y esta vida tenemos que cuidarla, mimarla y valorarla tan y como es, incluso con sus defectos. Esta es la vida real.

Los efectos del abuso de las redes sociales desde el punto de vista psicológico.  

Según diferentes estudios un uso excesivo de las redes sociales puede producir problemas psicológicos como: Déficit de Atención. Depresión. Trastorno Obsesivo compulsivo. Adicción y Ansiedad entre otros.

Pero para mi el efecto negativo más básico e importante que tiene un uso excesivo de las redes sociales es la infelicidad. Siempre lo resumo así.

 

Me gustaría terminar comentando algunas señales que nos dicen que estamos llevando una vida saludable en las redes sociales. Una de ellas es que podemos vivir una situación o experiencia sin necesidad de contarlo en las redes. Otra señal es que podemos desconectar de ellas, es decir, que podemos estar un día entero (mínimo) sin entrar en nuestros perfiles. Y otra señal es que no vivimos con angustia el estar en un lugar en el que nos sea imposible el hecho de poder conectarnos a las redes.

Sé que a veces cuesta, pero creed mis palabras, NO somos el número de «me gustas» que recibimos en una foto. NO son necesarios para sentirnos bien con nosotros mismos y mucho menos para estar a gusto en la vida.

Artículo escrito por Carlota de Sousa González

Psicóloga especialista en Clínica.

M-23100